jueves, 30 de diciembre de 2010

contratiempos contemporaneos

 
Lo realmente interesante de Roma es que es una Historia de historias, que vayas a donde vayas te encuentras con un relato de cómo, por qué y cuando surgió tal o cual iglesia, fuente o arco. Desde cómo se fundó hasta cómo cayó. Es curioso, pero todo empezó hace unos 2710 años cuando una tal Rea Silvia quedó embarazada por el dios Marte -la biblia debe ser de los primeros casos documentados de plagio- y tuvo a Rómulo y Remo, dos gemelos muy simpáticos, pero a los que abandonó en el río Tíber, porque si no su tío la iba a matar. Esto pasa muy a menudo todavía hoy. Bueno pues lo mejor es que una loba los amamantó -El libro de la selva pierde interés después de esto- y ya de mayores se hicieron bandoleros y volvieron a los montes que hoy forman Roma y la fundaron. Pero luego tuvieron un problema, y es que los latinos se dieron cuenta de que, cosas del azar y la fecundación aburridamente natural, eran muchos más hombres que mujeres. Esto hoy en día se ve claramente cualquier noche en un bar cualquiera. Pues ni cortos ni perezosos fueron y raptaron a las Sabinas. Y lo hicieron con alevosía y nocturnidad. Dijeron a sus tíos que había una fiesta y que vinieran todos a Roma. Pero luego echaron a los hombres. Y claro, sus tíos se cabrearon y en el Capitolio se montó una batalla de las gordas. Hasta que las Sabinas pusieron un poco de sentido común en todo y dijeron que basta ya de darse palos. Que ni querían perder a sus tíos ni a sus maridos.
       Bueno, y fueron creciendo bastante rápido porque eran como muy ordenados y tuvieron muchos gobernantes. Y llegó el cristianismo. Y llegó Nerón, a quién ante un fuerte incendio en Roma, no se le ocurrió nada mejor que ponerse a tocar la lira y claro, esto da muy mala prensa. Así que, para echar balones fuera dijo que habían sido los cristianos, que eran como los emigrantes hoy en día y que había que acabar con ellos. Con esto llegaron los primeros martirios, las catacumbas, la clandestinidad. Pero claro lo que los romanos hacían era adoptar todos los dioses que se encontraban y bueno era bastante jaleo, la verdad, porque luego llegaron dioses de oriente y había que simplificar todo un poco. Constantino y luego Teodosio se dieron cuenta de que si se hacía del equipo cristiano, que ya tenía muchos devotos, ganaría más votos que perdería y ya en el 380 dijo que todos cristianos. Que era lo moderno. Así se fundó la primera basílica romana: San Juan de Letrán.
Roma está plagada de iglesias. De hecho creo que debería haber más equilibrio entre iglesias y bares atendiendo a las leyes del mercado. Bueno pues de las más curiosas son la de Santa María in Trastévere, que surgió en el siglo III porque de repente empezó a brotar un aceite negro de la tierra, y Calisto I, como aún no había coches decidió que era un símbolo de la vida y que debía fundar una iglesia allí. Y la copió de Santa María la Mayor, que también tiene su historia porque según parece el papa Liberio tuvo en su día un sueño y se le apareció la virgen que le ordenó que hiciese la iglesia en esta colina y sin que hubiese amanecido fue el tío y marcó en el suelo el sitio exacto donde había que construirla. Lo de tener un sueño es como infalible, tu lo dices y todo el mundo dice amén-al menos otra docena de iglesias responde al mismo patrón.
        Y luego están las historias contemporáneas de pícaros: Como el que se dedicaba a recoger las monedas de la Fontana de Trevi hasta que el ayuntamiento decidió que era mucha pasta y descubrieron que el tío llevaba Armanis debajo de sus harapos. Además con la llegada del euro, no solo subió todo un huevo sino que además el imán que usaba dejó de funcionar. Otro contratiempo contemporáneo. O el que hacía de gladiador para las fotos de los turistas, pero no como los otros, pagando sus impuestos y esas cosas, sino por su cuenta, hasta que se dieron cuentas sus compañeros y querían darle matarile. Me recuerda al embajador este de Nowhereland, que aparecía en todos los cócteles de las embajadas y claro, ¿Quién iba a pasar por el mal trago de preguntar dónde está nowhereland y quedar como un idiota? Mejor sonreír, estrechar su mano e intercambiar un par de chistes.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

el turco de la rana

En Londres uno puede pasear por Savile Row y ver con fascinación los escaparates, los coches y los dependientes, que visten a la clase adinerada inglesa.Por allí pasaron celebridades como Churchill, Napoleón III y hasta el mismísimo Nelson.En París, podemos hacer lo mismo por la rúe Faubourg-Saint-Honoré .Pero eso es todo lo que uno puede hacer: mirar.Hay que irse al otro lado de la vieja Europa, al país donde esta pierde su nombre para ver un espectáculo semejante, en el que te dejen además participar.Al menos así lo era a finales del XIX cuando se sitúa nuestra historia.
      Hablamos de la calle Istiklal, en Estambul.La calle de los sastres, ahora dedicada a todo tipo de ocio, tiendas de souvenirs, restaurantes, cafés y todas las franquicias que desfiguran Europa y por simpatía el mundo entero.Por allí paseaba en busca de todo y nada Basir, el marinero.Recién llegado a Estambúl tras años pescando en barco griego, sentía fascinación por la ciudad y había decidido pasear por sus calles y buscar trabajo por las pescaderías del bazar egipcio, en el antiguo barrio judío.
     De entre todos los comercios de Istiklal Cadessi, uno en particular llamó su atención.Tenía en el escaparate una tela amarilla, como la que su abuela, de origen armenio, solía usar para servir el té.Era de un amarillo azafrán con cadenetas azules que se entrelazaban en todas direcciones, dibujando azarosas formas geométricas.Una joven estaba ajustando la tela en el mismo escaparate a un viejo maniquí.Era esbelta, con cabello negro que le llegaba casi a la cintura y una piel radiante oliva.Basir, que quedó prendado al instante, no lo pensó dos veces y entró  a la tienda.Estaba vacía, Istiklal ya no era lo que había sido, la burguesía se había desplazado a otros barrios.La dependienta, que había terminado con el escaparate  le saludó amablemente.
"Salam Aliekum"
"Aleikum Salam,qué puedo hacer por ti hermano"
"Busco unos pantalones"Contestó Basir, aunque sabía que no  podía pagarlos.Basir llevaba una chaqueta de marinero y una gorra a juego, pero de los pantalones apenas se podían distinguir unos jirones.Ella se fijó que del bolsillo de su casulla  azul asomaba la cabeza de una pequeña rana amarilla."¿Qué es eso?"Preguntó.Basir contestó ruborizado "Es una rana de mar.Me sigue a todas partes, es la reencarnación de mi hermano, o al menos eso me dijo una bruja hace un año cuando estaba de viaje por Estonia.Mi hermano murió en la mar y..." El quería seguir hablando pero notó como los ojos de la dependienta se humedecían y como esto acentuaba su belleza.Su mirada era sincera e infinita y desprendía un suave olor a almizcle.Ella preguntó sorprendida.
"¿Una rana de mar?"
 El sonrió y contestó"Es curioso que no te llame la atención que sea la reencarnación de mi hermano pero sí que sea una rana de mar.El caso es que apareció en el barco cuando mi hermano se precipitó al agua en medio de un fuerte oleaje, y desde entonces no nos hemos separado, aunque yo no creo en la reencarnación"
"¿Cómo te llamas?"
"Benazir",contestó ella sonrojada .Finalmente Basir compró un pantalón azul celeste y quedó  en venir a recogerlo a los dos días.Pasó los siguientes dos días vagando por Estambul, sin rumbo, sin buscar empleo,ni con qué pagar los pantalones, durmiendo al raso y casi sin probar bocado.Contaba los días, los minutos y los segundos para ir a recoger el pantalón y volver a verla.Cuando llegó el día acordado, entró en la tienda, se lo probó y ella le preguntó
"Qué tal los pantalones?"Preguntó ella,sintiendo que nunca volvería a verle.Al fin y al cabo era un marinero.
"Muy bien, pero he pensado que estamos ya en verano y que no me iría mal cortarlos"Contestó él."
Claro,muy buena idea!"Y así quedaron en entregarle los pantalones al día siguiente.
      Transcurrieron los días y Basir inventaba cada día una excusa para no llevarse los pantalones.Cuando ya  no era posible hacer más modificaciones a los pantalones, le tocó el turno a su casaca azul de marinero hasta que un día le dijo a ella.
"Quiero que le quites los bolsillos del pecho, ¿se puede hacer?"
      Ella vio que la rana estaba llorando y le preguntó
"Pero siempre llevas a tu hermano ahí...a mi me gustan dónde están.."
El contestó "He decidido establecerme en esta ciudad .Quiero romper cualquier atadura con el pasado, además como ya te dije, no creo que esta insignificante rana sea mi hermano, creo que lo mejor será..."
"Pero mírala...está llorando...tiene que entender lo que estamos diciendo..."
           Basir suspiro hondo y dijo "Benasir, es una rana y sea o no mi hermano reencarnado, al igual que yo, esta rana llora porque desde que crucé el humbral de esa puerta no ha comido, bebido, ni descansado, y ya no sabe qué voy a inventarme para poder venir a verte"
  Ella quedó boquiabierta y entró a la trastienda.Trás unos minutos salió, llevando consigo una bandeja con té , pástas y dátiles.Mientras el lo engullía , ella le preguntó:
¿Qué te apetece  mañana?

miércoles, 8 de diciembre de 2010

la breve y leve vida de un gato en la Gran Vía

Hay que tener mala suerte para ser gato y nacer en Madrid, eso está claro, en general para ser gato hay que echarle un par, hay que reconocerlo.El gato en cuestión tenía pocos días a juzgar por el diminuto tamaño y la torpeza de sus movimientos, aunque si atendemos al sitio donde estaba a lo mejor tenía muchos días.O todos los días.
      Nada menos que en plena Gran Vía madrileña, en medio del carril que baja hacia Alcalá y a la altura del Oratorio, frente al Mercado de la Reina.Era ya de noche y hacía un día de perros, otra contrariedad más.El caso es que estaba el susodicho tendido en el suelo mientras los coches, pasaban en ambas direcciones a toda velocidad.Unos coches pasaban por encima suyo y otros cerca.El animal estaba aturdido con tanta velocidad, con tanto ruido y tantas luces.Cansado de que nadie le diese la puntilla.Tampoco parecía tan difícil.Hasta verlo dolía.Muy posiblemente algunos conductores le veían, pero...un gato no es razón suficiente para pegar un frenazo en plena Gran Vía a las 10 de la noche.Claro que, ¿Qué lo es?¿Un perro?¿Una persona?¿Yqué persona?
    Lo que está claro es que el pobre gato estaba gastando sus siete vidas en un suspiro, una detrás de otra, como quien juega a una tragaperras aunque sepa que no le va a tocar.
    En un impás del tráfico me abalancé hacia la carretera y lo agarré del pelo.Su  tacto era el de la ropa húmeda, recién sacada de la lavadora.Ropa ligera cuyo peso es agua.Pero¿Qué pretendía hacer en realidad?¿Dejar el gato a un lado de la carretera?¿Era eso salvarlo?¿O me estaba salvando a mi mismo y a mi conciencia?¿Que posibilidades de sobrevivir tendría el animal en pleno centro,en medio de la acera?
    El gato,que era gato pero no idiota, se volvió sobre sus espaldas y en un gesto desesperado me soltó un zarpazo y un gruñido.¿Qué derecho tenía yo?Volví a la acera y cruce de carril.Me alejé Gran Vía abajo.
    Cuando volví la mirada por última vez ya no se movía.Esa ruleta rusa de ruedas y neumáticos había acabdo con el.No había culpables.Solo una víctima. Parecía un calcetín húmedo, caído del balcón de cualquier pensión, aunque, claro, esto seguramente alguien lo habría echado de menos.

 

autorretrato

lunes, 29 de noviembre de 2010

Fortunata y Don Destino

        Fotunata se encontraba en el segundo piso del hotel Corvino,en Budapest.Ya nadie vivía en el.Como tantas otras cosas en la ciudad dividida, había caído en desuso.Fue construido por los soviéticos poco antes de dejar Hungría y desde entonces nadie lo había pisado.Solo llegaron  a hacer dos pisos.Solo los dos ascensores funcionaban.Eran amplios,con puertas corredizas automáticas y rojos,casualidades de la vida.Incluso el suelo estaba forrado de moqueta  bermellona, que nunca se había ensuciado.Había un banco de madera y un cenicero.Solo tres botones y el de emergencia, que no funcionaba aunque nadie lo sabía y nadie había echado de menos.La luz era tenue e intermitente.
        Don Destino estaba abajo, en lo que antes era la recepción, hoy sombría y deslucida, cual cine en desuso.No había nadie más en el edificio.Incluso se oían sus respiraciones, interrumpidas solamente por la lluvia de fuera y el goteo de uno de los baños.Tan solo tenían dos movimientos.Después, solo seguir su camino.Había mucho que hacer en una ciudad tan grande y cansada.Él entro en su ascensor y sin pensárselo,  pulso el piso uno.Al fin y al cabo era el punto equidistante, una especie de tierra de nadie,una tregua.Ella hizo lo propio y pulso el Bajo.Fue a buscarle.Aún quedaba tiempo.Todavía un movimiento.Pero había mucho que hacer.El paró en el primero y sintió el otro ascensor pasar a su lado.Le pareció ver una sombra que se movía, escuchó un sollozo, ¿o era su imaginación?,olió su perfume a humo, a vacío, a enfermedad.Pero no paró.Estaban tan cerca...de no encontrarse.
      Él estaba convencido de su próximo movimiento.No volvería a subir al segundo piso.Eso sería ridículo.Ella también estaba segura :El subiría al último piso.Él pulso el dos,el último piso, pero salió del ascensor justo antes de que se cerrasen las puertas.Quería sorprenderla cuando ella escuchase el otro ascensor alejarse.El ascensor hizo un ruido como quien traga algo con dificultad pero no podía negarse y se elevó.Él la esperaba en el primero.Ella hizo lo propio en el último piso y vio como el elevador paraba en el rellano donde ella esperaba.Su corazón palpitaba con fuerza.Se secó el sudor y sonrió.Finalmente se abrieron las puertas y ella oyó la puerta de la calle cerrarse bruscamente.Ya no había tiempo de más.No hoy.No en este hotel.Era una ciudad muy grande, con mucha gente.Había mucho que hacer.

lunes, 22 de noviembre de 2010

la barba del shah

   Vista previa Aquella mañana el Shah, Fat´h Ali se levantó preocupado una vez más.Llevaba semanas esperando noticias de su emisario y la espera siempre le irritaba.Perdía el apetito, el sueño y apenas probaba bocado.Ni siquiera se paseaba por los jardines del Harem y descuidaba su espesa barba, motivo de orgullo y admiración.Era su último intento de salvar las cosas en el norte y él lo sabía.Si su intento de aliarse con Napoleón fallaba, sería su ruina y la de los suyos.Una guerra con Rusia sería terrible.¿Qué país dejaría a sus herederos?
   En el palacio había constantes conspiraciones.Había ejecuciones a diario y no confiaba ni siquiera en sus más allegados.Hace meses que apenas recibía visitas.
   Baba Khan, como se le conocía popularmente, tenía más de 260 hijos, pero solo dos , Abbas Mirza y Mohammed Mirza habían recibido educación regia y uno de ellos estaba destinado a sucederle.Acababa de construirles dos  palacios anexos junto al suyo,  que cada uno había diseñado a su gusto.El de Abbas era ordenado y metódico, dominado por la linea recta,las matemáticas y las formas y proporciones clásicas que había visto en las pinturas europeas.Todo tenía su sitio y atendía a alguna razón.El de Mohammed sin embargo estaba basado en el caos y la intuición.Las habitaciones se sucedían sin lógica ni coherencia alguna y su vista exterior recordaba a un gran ciempiés enrollado.Por sus estancias paseaban poetas y escritores venidos de todos los rincones del mundo.Juntos parecían una criatura mitológica con un cuerpo y una cabeza incongruente.
  Sin previo aviso, como caídos del cielo, dos criados entraron a toda prisa a la habitación del Shah.Estaban exhaustos, pálidos y apenas podían hablar.Tres guardianes de la  escolta  del Shah levantaron sus espadas y ya se disponían a dar buena cuenta de estos cuando el Shah les paró con un gesto con el brazo.El Sha ordenó que les dieran agua pero éstos la rechazaron.No había tiempo.Al parecer sus dos hijos predilectos:Abbas y Mohammed estaban luchando en el jardín y según sus propias palabras solo uno saldría vivo.Una mujer, la princesa Jahan era el motivo de sus disputas.
  Baba Khan no daba crédito.!Ingratos!Toda una vida dedicada a su reino, y éste le daba la espalda y usurpaba su sueño y reposo.Para colmo, ahora sus hijos, sangre de su sangre, jugando como colegiales por una mujer, cuando podían tenerlas a todas.Bajó las escaleras semi desnudo, seguido de sus guardianes, mascullando entre dientes maldiciones e improperios.tenía los ojos enrojecidos por la rabia.A su paso derribó  y pisoteó todo lo que se le puso por delante, armando gran alboroto.
 Al llegar,observó atónito como Abbas,daga en mano , se encontraba sobre su hermano, forcejeando y buscando el momento de asestar el golpe de gracia.A su lado yacían dos soldados sin vida,probables víctimas inocentes de una chiquillada.Inmediatamente Baba Khan ordenó a su escolta que pusiese fin a la diputa y mandase a ambos al calabozo,con los presos comunes.
 Allí estuvieron dos meses, cuando el común de los mortales hubiese necesitado dos vidas si no más para pagar por sus crímenes.A su vuelta su padre, Baba Khan, les comunico su decisión de liberarles bajo una condición.Estaba harto de peleas, de celos y de competiciones.Quería asegurarse de que el elegido sería su heredero.El tiempo era vital.Atusándose la barba,como era costumbre les dijo"No tiene sentido que no durmáis en vuestra cama porque así me castigo a mi mismo, ni que sigáis en cautividad cuando Persia más os necesita.Como no habéis sabido apreciar lo que era vuestro, desde hoy Abbas vivirás en el palacio de tu hermano y tú, Mohammed harás lo propio en casa de Abbas.En un més elegiré a mi heredero y el otro morirá decapitado"
   Los príncipes,avergonzados y humillados, se retiraron a descansar a sus respectivos palacios.Poco se supo de ellos en las semanas que sucedieron este hecho.Se dice que ambos anhelaban a su amada,y sus palacios, y pasaban las horas rezando y durmiendo.
   Una noche , durante una fuerte tormenta, Mohammed no aguantó los remordimientos más y se dispuso a pedir disculpas a su hermano y hacer las paces.Entro en su palacio, donde ahora  vivía su hermano y se dispuso a buscarlo.Mientras tanto, un rayo entro por una de las chimeneas y el fuego se propagó rápidamente por ambos palacios.Prendió rápidamente en tapices, alfombras y muebles.El aire era sofocante y apenas se veía.
  Mohammed,que conocía al dedillo su palacio, encontró la manera de envolverse en una chilaba empapada en agua y salió por una de las puertas.Abbas, desesperado y sin poder encontrar la salida en una casa ajena se precipitó al vacío por una de las ventanas y murió.El Shah, triste por la pérdida de un hijo, se sintió sin embargo aliviado de que Alá hubiese decidido por el y le hubiese eximido de la obligación de ajusticiar a su vástago.Vista previa

lunes, 8 de noviembre de 2010

BP



       Diez años después vuelvo a la ciudad donde desperté.Es una niña a quién no he visto crecer, una niña que ya es mayor de edad y que ha cambiado, y de qué manera.Sigue siendo la misma en esencia, todavía es muy bella  pero está cansada.Harta de promesas y de cambios en su vida.Fue grande y capital de un imperio y cayó.Perdió las grandes guerras pero se levantó.Ni siquiera la mordaza roja consiguió  silenciar su rabia.La rabia de quien lleva cien años agachando la cabeza y mordiéndose el puño . De quien tropieza cada vez que se levanta.
        Le prometieron libertades y contempló atónita las celebraciones de las mismas, pero seguía sin encontrar su sitio en una foto  turbulenta. Llegaron sus vecinos, los benefactores, los que le habían despojado años atrás de todos sus ropajes , casi con el cambio de siglo y se compró vestidos nuevos y maquillo su aspecto pálido y desvencijado.Pero es un cansancio de cien años.Es un cansancio casi infinito.
        Hoy habla el idioma de la globalización,se pasea por centros comerciales y multicines, ya no compra en los  ABCs, aquellas tiendas donde uno compraba a precio tasado alimentos y bienes de primera necesidad.De hecho ya no compra.Incluso es famosa por ir  ligera de ropa.Hoy renueva sus calles y edificios y reparte subvenciones a escuelas y centros de negocios.Y poco a poco se va desfigurando con tanto maquillaje barato, tanta ropa de marca tres tallas más grandes, y tanto regalo envenenado.En este banquete o  faltan cucharas o sobra gente.Sobra ella,y lo sospecha.
     Sus padres y hermanos caminan cabizbajos , pensando que otra vez no ha sido posible , que otra vez están donde estaban sus abuelos, que otra vez han sido los últimos de la clase, que el slogan era eso,una frase,que están otra vez  en paro, y haciendo cola, aunque, eso sí, hay que reconocer que la oficina está mucho más elegante y llena de ordenadores, que es esa cosa que cuando  apagamos nos hace a todos un poco más idiotas.No se preocupen, todavía hay margen.Las cosas simpre pueden ir a peor.

martes, 2 de noviembre de 2010


Este es mi último trabajo.Es una acuarela basada en una foto de un soldado ruso destacado en Astracán,una ciudad en la desmbocadura del Volga,en el mar Caspio.Todavía la URSS y todavía poderosa y orgullosa.Cuando lo pintaba pensaba en cuánto vale la vida de un soldado ruso.Pensaba si valdría lo mismo que la de cualquier otro soldado en otra parte del mundo.También se me ocurrió que esta llamada podría ser uno de sus pocos momentos de ocio,y pensé qué otros momentos placenteros tendría .Lo imaginaba bebiendo con sus compañeros,contando anécdotas,gastando bromas.También especulé con a quién estaría llamando.Una mujer probablemente.Alguien que le espera.Alguien a quién solo cuenta los buenos momentos y a quién quizás manda lo que gana y silencia los momentos de aburrimiento,castigo,disciplina y entrenamiento y la incertidumbre de cuál  sería su próxima cabina.¿Qué pasaría si un buen día no llama?¿O si llama alguien en su nombre?¿O si llama él y no contesta nadie?¿O si le cogen pero es otra persona?